Federer, la leyenda

Federer volvió a demostrar lo que es ser el número uno, ganando la final del abierto de Australia por tres sets a cero. Federer supo cuando debía apretar y cuando no debía forzar. Federer finalizó el partido con uno de esos reveses, que le caracterizan. González, que se encuentra en su mejor momento, perdió el primer set, que pudo haber ganado en dos ocasiones sino hubiera sido por Federer. El partido duró 2 horas y 21 minutos. El partido finalizó así 7-6, 6-4 y 6-4.