Fútbol: El derbi fue para los blancos
El Atlético de Madrid es más que un equipo ciclotímico, es una conjunto de futbolistas que pueden cambiar con tanta rapidez y de manera tan extrema que sus rivales apenas atisban como enfrentarse a este particular Doctor Jekyll-Míster Hyde. En el lado contrario estaba el Real Madrid, otro grupo con semejantes biorritmos pero con una puntería claramente más ajustada y resolutiva.
Los de Schuster saltaron al partido con la intención de superar a sus rivales y a los 40 segundos Van Nistelrooy ya tenía la recompensa con un gol ayudado por la atontada defensa rojiblanca y su todavía descolocado guardameta. Una semana de vaivenes con la UEFA y el cierre del campo había desembocado inevitablemente en un Atlético mareado.
Tras el mazazo de partida, los blancos se afanaron en resolver el partido como hiciera el Barça en el Camp Nou hace dos semanas o como ellos mismos la pasada temporada con un gol de Raúl en el minuto 1. Pero Leo Franco pareció desperezarse mejor que Coupet en Barcelona y solventó dos disparos de Sneijder con rechace al larguero incluido. El Doctor Jekyll atlético era el primero en presentarse en el Calderón y la pócima para la transformación no estaba preparada.
El Atlético estaba noqueado, apenas conteniendo el aluvión blanco, pero saldría bien parado gracias al escaso acierto de Higuaín ante la portería y su empeño en golpear allá donde se encontrara Leo Franco. Mientras, Agüero intentaba insuflar oxígeno y esperanzas a su equipo pero enseñaba a su público que se había contagiado de la nulidad goleadora de su compatriota.
Vía>>
No hay comentarios:
Publicar un comentario