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17 de enero de 2009

Carlos Sainz vuelve a caer en manos de la mala suerte

Tenían razón. Nunca hay que cantar victoria antes de hora. Y menos Carlos Sainz que, tras 21 años en la alta competición (debutó en el Mundial de rally de 1987 con Ford), las ha visto de todos los colores. El bicampeón de rallys sufrió ayer un inesperado accidente en una de las últimas etapas del Dakar y se vio obligado a abandonar al romperse su copiloto, Michel Périn, el hombro izquierdo. Sainz, que lideraba cómodamente la prueba suramericana con casi media hora de ventaja sobre su compañero de Volkswagen, Mark Miller (EEUU), reconoció haber sufrido una de las decepciones más grandes de su dilatada carrera. "Con todo, me sigo considerando un deportista con suerte ¡Ojalá todo el mundo tuviese la misma mala suerte que yo!", exclamó el madrileño desde La Rioja (Argentina).

Sainz volcó su Touareg al precipitarse al cauce de un río seco de unos cuatro metros de altura en el kilómetro 79 de la etapa, que estaba erróneamente anotado en el libro de ruta facilitado por la organización. Tan mal anotado, que los dos coches que le seguían a rebufo estuvieron a punto de protagonizar el mismo percance y estrellarse en el mismo punto. Al conocerse el error del road book, la organización colocó inmediatamente señales avisando del peligro de la zona y del punto por donde los participantes podían cruzar ese cauce seco sin problemas.

EL ACCIDENTE

"Íbamos hacia un way point (punto de paso) que ya teníamos localizado pero,
de pronto, nos encontramos con un río seco, que no figuraba en las notas, y nos
precipitamos cuatro metros para abajo", contó el piloto a su llegada al
campamento de La Rioja. "La única señal que había en los apuntes indicaba
peligro 2, es decir, peligroso, cuando era evidente que esa zona debía haber
sido anunciada como peligro 3, extremadamente peligroso", dijo el líder de
Volkswagen.

"El BMW del ruso Leonid Novitski estuvo a punto de matarnos, pues se
quedó con sus dos ruedas delanteras en el aire y no se precipitó sobre nuestro
coche de milagro", indicó Périn en el portal electrónico del raid. "Por suerte,
no nos ha pasado nada, pero podíamos habernos matado, nosotros o cualquier otro.
Es más, la organización ha puesto de inmediato un coche alertando del peligro y
eso pudo haber salvado, por ejemplo, a Nani Roma, que venía detrás nuestro",
indicó Sainz, que no sufrió lesiones.

POSIBLE DOBLETE

"Ha sido una gran decepción, pero así son las cosas. Aquí, un fallo en el libro
de ruta o cualquier historia te puede mandar a casa", indicó Sainz, que, antes
de emprender el regreso a casa, añadió: "Cuando menos te los esperas y vas más
tranquilo, ¡zas!, aparece un obstáculo que no existía".
Sainz se mostró satisfecho porque Volkswagen está a punto de ganar el rally. "Puede que muchos crean que es un triste consuelo, pero no lo es. Estoy muy orgulloso de que, si finalmente nos acompaña la suerte, dos Volkswagen ocupen los dos primeros puestos del podio", indicó orgulloso el piloto español, consciente de que el duro trabajo que ha hecho durante todo el 2008 será recompensado con un doblete. "No tengo ni idea de qué haré este año ni, mucho menos, el año que viene. Ahora solo quiero recuperarme lo antes posible y seguir corriendo", dijo un Sainz curtido en éxitos y decepciones.

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