Algunos de los fragmentos de la entrevista realizada a Nadal por XLSemanal

XL. Los padres están para ayudarnos a superar los malos ratos.
R.N. Sí. Yo estaba más tonto de lo normal, pero ellos lo supieron llevar muy bien. Me ayudaron mucho. Hablando, pero también dejándome hacer. Sabían apartarse cuando tenían que hacerlo, cuando necesitaba estar solo... Mis padres nunca se han metido en mi vida tenística, pero son un soporte imporante para mí.

XL. Tus padres y el resto de la familia, siempre han sido un soporte importante en los momentos duros. Ahora que las cosas vienen rodadas, ¿Cómo es la relación?
R.N. Es la misma cuando pierdo que cuando gano, cuando estoy mal o cuando estoy bien. Son mis padres, y no por estar un poco más arriba en el ranking mi relación con ellos cambia. Es igual ahora que cuando tenía 15 años y empezaba en esto del ténis, sólo que ahora soy un poco más mayor y me dejan un poco más de libertad. Pero vivo con ellos y si hago las cosas mal, son los primeros que me lo dicen; si dejo las cosas desordenadas o tiradas por casa, mi madre me regaña.


XL. Siempre has huído de la popularidad fácil y de comerciar con tu vida privada. ¿Cómo te sientes sabiendo que cada vez que vas a Manacor hay un montón de paparazzi a la puerta de tu casa? ¿O cuando pones la tele y ves que el Tomate hablan de tu culo o de tu novia?
R.N. Sinceramente, no me entero porque no miro esos programas. Quitando algún canal, alguna película de vez en cuando, la tele no me gusta. La mayoría de la programación está plagada de espacios malos. Y no solo para mí, también para la sociedad. No educan bien ni a los niños ni a nadie. Me parece increible que haya gente que disfrute viendo como joden la vida privada de otro.

XL. ¿Y qué les dirías para que te dejasen en paz?
R.N. Nada. Paso de ellos. Me siguen en algún momento, en verano normalmente, pero por lo demás me suelen dejar tranquilo. Además, no dejo de hacer nada porque piense que pueda haber paparazzi.

XL. Después de tu tercer Roland Garros, de la final de Wimbledon y la victoria en Indian Wells llegas a casa, a Madrid. ¿Cómo encaras el Mutua Madrileña Masters Madrid después de tu caída en 2006 frente a Berdych en cuartos y la polémica en la que os enzarzasteis?
R.N. Normal, como cualquier otro torneo. Y con Berdych ya no hay ningún problema. Está todo solucionado. Yo no tenía que haber dicho lo que dije de él al final del partido [lo llamó «estúpido»], aunque él tampoco se comportara bien [tras ganar se encaró con los fans de Nadal]. Ya me he disculpado con él en público y en privado. Y ahora la relación es buena; de hecho, voy a jugar con él el doble en Bangkok. Es la primera vez que entrenaremos juntos…

XL. El Mutua Madrileña Masters Madrid va a acoger a los mejores tenistas del mundo, entre ellos al actual número uno, Roger Federer. Siempre que competís los dos se espera la típica final Federer-Nadal. Desde fuera resulta un poco cansino. ¿Y desde dentro?
R.N. Sí. Es cansino que antes de que se dispute la primera ronda de cualquier torneo, donde es muy difícil llegar a la final, se pregunte por el Federer-Nadal, cuando Roger está en una punta del cuadro y Rafa, en la otra. Y si es difícil alcanzar cualquier final, más lo es en el torneo de Madrid, que se disputa en pista cubierta, donde están los 40 mejores jugadores.

XL. Federer y tú sois muy parecidos. Sois dos tipos tranquilos, parecéis buena gente y no os abonáis al espectáculo fácil ni a la polémica. ¿No habría que poner un poco más de picante en esa relación por el bien del show?
R.N. Para mí, no. Para mí es bonito mostrar que el deporte es deporte y punto. Que hay traquilidad, pero también máxima competitividad en la pista, como la hay siempre que jugamos. Pero cuando se acaba el partido, se acaba. No hay que ir más allá. Entre mis valores de la vida no está odiar a tu competidor porque sí.


XL. No es odiar, pero sí poner una pizca de picante…
R.N. A mí, ver cómo se pelean Alonso y Hamilton no me causa buena imagen. Habrá gente que piense que cuanto más morbo, mejor, pero a mí me disgusta ver cómo un deportista se pelea con otro. El deporte debe mostrar valores positivos: lucha, entrega y esfuerzo. Todo lo demás sobra. Eso no quiere decir que porque me lleve bien con Federer no desee pegarle una paliza: si un día puedo meterle 6-0, 6-0 y 6-0 y que no gane ni un punto en todo el partido sería el más feliz de mi vida. Pero ahí se acaba la rivalidad. No iría después a meterle el dedo en el ojo.

XL. Sobre todo para esos famosos partidos en la Play…
R.N. A la Play jugamos cuatro: Moyà, Nabaldián, Ferrer y yo. Y a veces Nicolás Almagro.

XL. La Play es uno de tus vicios reconocidos. Aparte de jugar al fútbol supongo que también le darás al tenis.
R.N. No, te juro que no he jugado al tenis en mi vida. [Su relaciones públicas, Benito Pérez-Barbadillo, que hasta este momento ha permanecido en silencio, ya no se puede callar. «No, al tenis no juega, pero al fútbol ‘chupa’ mucho. Coge a Cristiano Ronaldo y no la suelta…».]

R.N. Venga, Benito…

XL. ¿Y no has pensado alguna vez jugar al tenis, elegir a Federer y hacerle perder?
R.N. No, de verdad que no. Querría ganar. Incluso jugando con Federer.

XL. Otro tema espinoso es el del dopaje. El año pasado pasaste 17 controles antidopaje…
R.N. Y este año llevo más de diez. No sé, un montón. De sangre, de orina, de todo. Lo peor es que terminas del partido y no te dejan ni ducharte. Tienes que hacerlo con la puerta abierta para que te vean los inspectores, cuando saben perfectamente que no tienes nada más que una toalla. ¿Estamos locos o qué? ¿En qué mundo vivimos?

XL. Parece que te sientes un poco acosado…
R.N. Es que cuando termina la temporada, y sólo tienes unos pocos días de vacaciones, tienes que rellenar un formulario para indicarles dónde vas a estar y qué vas a hacer cada día. Que a las nueve de la mañana de un sábado, que a lo mejor es mi único día libre, me piquen la puerta de casa para hacerme un control me parece increíble. Es una falta de intimidad total.

El Mutua Madrileña Masters Madrid se disputa en Madrid entre los próximos 13 y 21 de Octubre.